Las águilas gritan
y ya nadie escucha al que clama
entre los girasoles.
Sentime algo ingenuo.
La revolución necesita
dentro de las venas del pueblo
que corra la sangre.
Yo mismo desciendo
de los anarquistas.
Pero conozco otra bomba.
Y también el segundo
en que viaja la onda expansiva
si todo guerrero se atreviera a aquello
que tanto avergüenza al cobarde.
Tenemos que hacerlo.
Aunque nos hayan dicho
que eso no es de hombres:
<<Amar es el único verbo encarnado
que acciona la bomba profunda>>
Mauricio Escribano
Imagen Luca Conviti
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