justo ahora
que entendí que la luna
era el ojo de vidrio de un dios tuerto
me reía
porque la gloria
es resucitar de la risa
antes que el odio nos borre el ojo de la crueldad
y me reía
aun sabiéndome altanero
como un tigre ante el vértigo
mientras mi cabeza emergía en otro lado
Mauricio Escribano
Imagen Sinz101
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