alguna iguana que se acerca
es factible que así sea
que algo gané la distancia
y esta noche entre en contacto.
No estés triste,
estando sola es común que eso suceda,
las cosas siempre están en viaje
y dan por hecho lo que ignoran.
Tanta ausencia te condena
a la gubia de otras voces
que se acercan
cuando ya no me recuerdas
y te hayas convencida.
Te lo dije frente a este mismo cenicero,
podrán buscarte con su aliento
y apresurar algún inicio
aunque todo te lo niegues.
Para entonces creerás que
he sido un huésped, no lo dudes,
y promete ser feliz como mereces.
Ahora inicias el camino de olvidarme
y este poeta solitario, este hombre
que fue iguana, ya no puede
dar contigo.
Mauricio Escribano
Excelso y reitero la exquisita conjunción del enlace de El Cigala, magnífico.
ResponderEliminar