ella amansa mis ojos
mueve el espacio
por donde camino
para que no me cubra el polvo
sube de mi mano la escalera de piedra
y al llegar al espejo
se dice a sí misma que no va a llorar
yo le ofrendo flores
alcohol y cigarrillos
le enciendo velas negras
entonces ella me acaricia
me sonríe
jura
que no me va a doler.
Mauricio Escribano
Laura Makabresku
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