Ese gusto que ahora siento por mi propia biología se dio en noviembre cuando las parras maduraban en mi boca. Quiero decirte que estaré solo allá donde termina la liturgia del asfalto. Junto a los álamos donde te espero. Mauricio Escribano Imagen Gerardo Paez
quizás fueron sus ojos o las antiguas violetas que perfumaban su pelo misteriosamente negro pero tampoco fue eso ni las frutitas de su boca ni su piel de leche medieval
había algo en ella que me inspiraba a pintarla con palabras quise saber su nombre dijo que se llamaba Soledad —Yo soy tu Soledad— eso dijo y ni así pude entender por qué mi Soledad era tan bella. Mauricio Escribano Imagen Laura Makabresku