Supongo que el andén
aún distingue
tus pasos de la lluvia.
Y que en sí
hay una huella
inundándonos la piel
con el hondo resplandor
de aquellos trenes.
Llevo en mis hombros
un reloj de azúcar
un guardabarreras
y un necio que aprende
lecciones suicidas.
Siquiera como todo
lo que llega del silencio
son tus ojos empañados
los que vienen por los rieles.
Mauricio Escribano
.
Escribes tocando el alma
ResponderEliminarmi más cordial enhorabuena
y esta canción que acompañas
sinceramente a mi, me desgarra el alma
El Cigala.. es sublime
un saludo
Ino
Muchas gracias por tu palabra Ino!!
ResponderEliminarUn placer pasearme por tus sentimientos
EliminarTe leo desde hace un tiempo
disculpa si rompo el silencio de tu blog , estoy convencida que te leen muchas personas y te admiran , claro que en cierta manera me da !pena" es sentir que pocos dejan huella, si no te importa lo seguiré haciendo, considero que o sentir lo que ojos ajemos sienten al leer una poesía aunque no sea primordial , es bueno
un abrazote